La semana pasada, coincidiendo con el final de la Semana Santa (de la que procuro huir), me cogí un tren y me fui a Almería para ver a mi amigo Manolo y a su mujer y por supuesto a su niño, que con cuatro meses es un muñeco. El viaje fue un tanto pesado..mas que nada por la aglomeración de gente que había en el tren. Pero había muy buenas vistas, que, aunque un tanto desiértico..no deja de ser bello a su manera(o al menos lo intento ver de esa manera). No puedo evitarlo, me encanta viajar en tren.

Almería en sí no es que sea una maravilla, por desgracia según me contó Manolo, durante la guerra civil se cargaron lo poco que tenia que valiera la pena. Eso sí, la parte del puerto es bastante lindo. Y la zona de la Rambla no está nada mal..Ni tampoco las tapas, que disfruté gracias al padre de Manolo ( también Manolo...si es que lo bueno abunda :D)

No pude disfrutar de mucho tiempo tanto con él, como con su familia, que todo hay que decirlo, me encantó. Son muy simpáticos y agradables, la madre me atendió muy bien y me tuve que volver a Sevilla con una barra de pan con jamón, tomate y aceite, amén de un par de cervezas. Una de las cosas que mas impresionó fue el manto de estrellas que se puede disfrutar en su pueblo.

El niño es una moneria, solo lo pude coger dos veces ( no queria abusar ) y me costaba mucho trabajo, porque no sabía como cogerlo, pero al cogerlo sentí una sensación de alegría y envidia, pero bueno al tiempo..ya llegará el mio. lástima que no pudiera hacerme muchas fotos pero al niño si le hice un par de ellas. ¿ Es o no un muñeco? ..